viernes, 17 de mayo de 2013

La vida con Lee


                                                                                                                          (Phil McCarten / UPI)


Ang Lee pensó en dejar el cine después del moderado éxito y las no tan moderadas críticas que obtuvo con Hulk  (2003), pero afortunadamente cambió de opinión gracias al apoyo incondicional de su padre. Gracias a eso pudimos disfrutar de Broke Back Mountain  (2005) y, más recientemente de Life of Pi, basada en la novela del mismo nombre y que cosechó la mayor cantidad de estatuillas en la pasada edición de los Oscars. Nada menos que mejor dirección, mejor fotografía (a Claudio Miranda), mejor banda sonora y mejores efectos especiales.

Os dejamos con dos pequeñas joyas: un "cómo se hizo" el sonido de la película que ganó el galardón a mejor música de los Oscars (vía Vimeo), y más abajo un fragmento de la entrevista que el director de origen taiwanés ofreció el pasado mes de noviembre al diario El Mundo, y que podéis encontrar completa aquí:



SoundWorks Collection - The Sound of The Life of Pi from Michael Coleman on Vimeo.


Cuesta trabajo encontrar un punto de contacto entre sus películas. Una de artes marciales, un 'western', una adaptación de Jane Austen... Y ahora una película en 3D que no tiene que ver con nada que se haya hecho antes
También me cuesta a mí. Cada película me atrae por un motivo completamente diferente: unas me llaman la atención por sus posibilidades visuales, otras por la emoción que me produce el guión, y las últimas por su, digamos, punto de vista filosófico. Básicamente, las películas que hago son mi vida. Elegir un proyecto es elegir cómo quiero vivir en los años que dura todo el proyecto. Cada película es, si se quiere, una decisión existencial.
¿Y en el caso de 'La vida de Pi'?
Lo que más me atrajo en este caso fue la posibilidad de contar un tema clásico: la perdida del paraíso. En un sentido general y, si se quiere, metafórico. Lo que me interesaba era relatar el proceso por el cual todos perdemos ese paraíso a medida que crecemos. Aunque pueda sonar un poco naïf o ingenuo: crecemos para hacernos malos. [Se ríe] La pérdida de la inocencia es la historia de la humanidad. La vida, de algún modo, se convierte luego en una búsqueda de esa inocencia original. Nos pasamos la existencia buscando algo en lo que creer. Aunque buscar ese sentido original, todo sea dicho, puede llegar a ser bastante decepcionante. En eso consiste vivir y de eso habla 'La vida de Pi'.
¿Qué aprendió sobre usted mismo haciendo esta película?
Sobre todo he aprendido a trabajar solo. Así de banal. Esta película es una nueva aventura en mi carrera. Soy productor y me he empapado de la parte empresarial. Algo a lo que antes era completamente ajeno. También esto tiene que ver con la pérdida del paraíso. Antes era más un niño que hacía películas y ahora me he visto de frente con el mundo de los adultos. [Se ríe].
Y luego está el 3D. Por primera vez se enfrenta a él...
De hecho, es nuevo para mí y para todo el mundo. Ahora mismo está en una fase completamente experimental y cambia, desde luego, nuestra concepción del acto mismo de ver una película. Las tres dimensiones transforman completamente un lenguaje que tiene más de 100 años. Hasta ahora la pantalla de dos dimensiones era algo sólido, tangible. El director tenía que crear la sensación de profundidad utilizando distintas lentes. Eso cambia radicalmente al dar relieve a la pantalla.
¿Cuál es el cambio más relevante?
El problema es de concepto. De repente, te planteas qué signifique realmente mirar. Así de radical. Al plantearte de nuevo qué se está viendo, llegas a dudar de todo: ¿realmente lo real es real o no es todo más que una ilusión creada por nuestro cerebro? Así de brutal es sentarte detrás de la cámara y volverte a replantear todo lo que has aprendido durante los últimos 20 años. Por ejemplo en las actuaciones, hay un cambio radical. En el 3D cada detalle de la actuación es reflejado con toda nitidez. Hay que decir a los actores que reduzcan la intensidad de su trabajo en comparación con el 2D. Como en el cambio del mudo al sonoro. El 3D cambiará el modo de actuar en el futuro.

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